La ESI: ¿una receta que “aplicar” en soledad o un desafío que construir colectivamente?
*Por Virginia Peyrás Villarino (docentes de AyL)
Es innegable que la educación sexual está en todos lados, todo el tiempo. El patriarcado se refleja y se refuerza en las instituciones que reproducen su lógica, somos criadxs con una determinada educación sexual: la educación cisheteronormativa, la educación que necesita que las mujeres sean las reproductoras de las tareas de cuidado para perpetuar el capitalismo. Entonces, lxs docentes debemos construir una ESI que cuestione todas estas imposiciones culturales que tenemos asumidas. Tenemos una tarea contracultural enorme por delante, e importantísima. ¿Esto se resume en una ley que existe desde 2006, pero que apenas se implementa? ¿Esto puede ser ver un cuadernillo que circula por internet y nos propone alguna que otra actividad? ¿La solución es la jornada ESI cada unos cuantos meses? ¿Alcanza con el esfuerzo individual en 40 minutos frente al aula? Tenemos jornadas ESI, pero se nos sigue pidiendo estadísticas divididas en alumnas y alumnos, en secretaría todavía se llenan papeles que dividen a lxs chicxs según su género. Tenemos jornadas ESI, pero todavía seguimos pidiendo ayuda a los varones para conectar los equipos para el acto y a las mujeres para ordenar las sillas. Seguimos pensando actividades aisladas para trabajar dentro del aula con algún tema específico y criticando a lxs compañerxs que no la trabajan. Nuestrxs estudiantes desconocen si es aplicada la ESI en el aula, sólo reconocen unas jornadas en las que manifiestan que se tratan temas que ya conocen, pero que les gustaría que les hablen de otros temas de los que no se les habla, ¿lxs escuchamos?
Si el patriarcado es un sistema que se basa en las relaciones de dominación del hombre sobre la mujer que se interrelaciona fuertemente con el capitalismo, y los gobiernos actuales son capitalistas y, por tanto, patriarcales, y las instituciones (la iglesia, la escuela, los hospitales, la policía, la justicia, etc) reproducen este sistema; si la educación sexual está presente en todos ellos para seguir legitimando el patriarcado y así también el capitalismo, entonces, es el estado el que tiene interés en que no se cumplan los tiempos y los espacios, en que no haya presupuesto, en que no ocurra una formación en ESI que contenga cambios de fondo y no solo superficiales. ¿Cómo terminamos con la violencia de género si no terminamos con estas relaciones de opresión propias del capitalismo? ¿Cómo podemos pensar en una ESI sin espacios de debate? ¿Cómo podemos pensar una ESI si no pensamos colectivamente la educación? Aceptar que somos actores de este sistema que reproduce un tipo de educación que favorece a la reproducción del capitalismo y del patriarcado es el primer paso para repensar la forma en que educamos, tenemos que educar de manera colectiva. Repensando cómo educamos estaremos pensando en la ESI, porque esta se interrelaciona con todo los contenidos que damos en el aula y fuera de esta, con lo que también reproducimos en los pasillos.
Esta problemática no se soluciona con el trabajo individual en el aula, lxs que estamos más comprometidxs y trabajamos estos temas diariamente sabemos que la salida no es esa. Empecemos a tomar espacios.