La excusa de la cuarentena sigue degradando el salario
* Por Agustín Vaccaneo (docentes de AyL)
En algunos colegios y jardines maternales y de infantes de gestión privada ya se empiezan a sentir con fuerza los efectos del coronavirus. Muchas familias dependen de la reapertura de la cuarentena para poder cobrar un salario, lo cual tensiona la situación. Los subsidios del Estado van del 0% a 100%. Las cámaras de escuelas privadas le vienen pidiendo a Nicolás Trotta medidas para afrontar la situación, como suspender aumentos y ofrecer planes de pago.
Muchas y muchos trabajadores, principalmente de los colegios más perjudicados vieron paralizados sus ingresos, y hay incertidumbre respecto de cuándo volverá cierta apertura económica. Las y los tutores esperan ver ejercida la enseñanza sobre sus hijos e hijas, con quienes muchas veces conviven todo el día. No es novedad que la sociedad está intranquila, a medida que la economía se deteriora y avanza la cuarentena.
La pregunta que nos tenemos que hacer en cada escuela que recorta salarios y que paga en cuotas es: ¿cuál es la prioridad? ¿Educación o ganancias? El sistema privado de educación, como hemos denunciado en reiteradas oportunidades, mercantiliza un servicio esencial, siendo el salario la principal variable de ajuste.
Las y los docentes ya veníamos teniendo presión sobre el salario desde el año pasado. Los constantes ajustes y recortes de los sucesivos gobiernos oficialistas, de Nación y de Ciudad, no dejaron en una buena situación a las y los docentes privados, atadxs por la burocracia de un sindicato carente de toda representación, y con dificultades para organizarnos en asambleas para decidir desde abajo. Sea como fuere, ¿remitieron ganancias en el pasado los libros contables de los colegios que están recortando? ¿Por qué pueden ganar algunas veces pero nunca perder? ¿El Estado se hará cargo de la situación? ¿Y el sindicato? La cuarentena no debe convertirse en otra excusa para que el peso de la crisis recaiga sobre nuestros bolsillos.