¿Y si dejamos de esperar?
Empecemos a construir una alternativa sin dirigentes
La situación socioeconómica es gravísima y en los próximos tiempos, de la mano del FMI, la dirigencia política y el poder económico nos llevará a un abismo.
En noviembre vamos a votar, pero los problemas del pueblo trabajador no se van a solucionar. Tenemos que empezar a dar respuestas desde abajo, como lo hizo el pueblo chileno, como lo empezaron a hacer las mujeres, autoconvocándose sin esperar nada de los de arriba.
La tarea del ahora es empezar a organizarse sin dirigentes, en cada lugar de trabajo, y construir espacios donde decidamos todas y todos cómo enfrentar los desafíos que se vienen. Cada escuela puede ser el lugar para construir las decisiones de lucha, horizontalmente, con cada compañera y compañero, y dejar de aceptar las decisiones ya tomadas desde arriba. Allí está la potencia para cambiar y transformarlo todo, construyendo una alternativa de las y los trabajadores sin partidos que nos dirijan.
Si lo dejamos en manos de la dirigencia, vamos a un abismo
En campaña todos mienten. Todos dicen haber “escuchado la voz del pueblo”. Hace 50 años que vienen diciendo lo mismo y cada vez estamos peor. Toda la dirigencia política coincide en acordar con el FMI: en manos de ellos habrá más ajuste, más extractivismo (agronegocios, fracking y megaminería). También intentos de Reforma laboral (¡más precarización!). Por arriba, el gobierno del Frente de Todos y la oposición (macristas, larretistas y Milei) intentarán avanzar con acuerdos en el Congreso.
¿Qué podemos esperar las y los trabajadores de la educación con este proyecto de país que nos llevará a la ruina como pueblo laburante? Menos educación pública, menos salario, mayor horas de trabajo (¡encima en CABA Larreta, en campaña, nos exige comenzar antes en el 2022!) y menos calidad educativa. De los sindicatos nada podemos esperar. Ni UTE, ni Ademys, ni ningún otro sindicato menor va a empujar para que decidamos todas y todos desde abajo cómo luchar. Pretenden dirigirnos sin consultarnos nada. En cambio, desde AyL, proponemos que todas las decisiones se tomen desde abajo y horizontalmente. Que nadie decida por nosotras y nosotros.
Construyamos una alternativa sacando a la dirigencia.
¡Es hora de los y las de abajo!
Qué fantástico sería, pero desgraciadamente el pueblo necesita que lo lleven de las narices y votan a sus verdugos. Es un camino arduo ojalá de una vez por todas cada uno de nosotros decidamos dar batalla al capitalismo salvaje, el mundo tiene cada vez más pobres, 20 ricos se llevan todo el trabajo de miles de millones de seres humanos, y esos miles de millones les parece bárbaro que así sea. Basta de hablar de los pobres, hablemos de los ricos.
Patricia, ¿el pueblo NECESITA que lo lleven o simplemente es para lo que estamos formados y formadas? Es muy contracultural la pelea por DECIDIR, porque nos educan desde que nacemos para buscar líderes, guías, dirigentes… es una pelea contracultural, sí, y por lo tanto compleja, pero es LA pelea que hay que dar, porque no hay posibilidad de derrotar a este sistema delegando en dirigentes.