Estemos alerta: Larreta insiste en que nos contagiemos

*Por Docentes de AyL
Hace unos pocos días, logramos una primera victoria contra el proyecto de Larreta de hacernos volver a la presencialidad y exponernos al contagio de COVID-19: el rechazo a la vuelta a la presencialidad, casi unánime en la docencia, se expresó con una enorme respuesta de docentes autoconvocadxs en cientos de escuelas y en la mayoría de los distritos, una movida que logró que Trotta tuviera que rechazar el protocolo de Larreta de abrir las escuelas como espacios digitales.
Ganamos esa primera batalla, pero sigue la guerra de Larreta contra la educación pública en general y contra lxs docentes en particular: el gobierno de la Ciudad está elaborando nuevos protocolos y, desde el 3 de septiembre, inauguró una reunión semanal de los ministros de educación y de salud de Ciudad y Nación en la cual se va a discutir todas las semanas la posibilidad de que comience la apertura de las escuelas. Y todo esto mientras los contagios diarios ya superaron la barrera de los 12.000 (1.500 en CABA) y lxs muertxs por día están en niveles similares al promedio de los picos de Brasil y EEUU (5/6 muertxs diarios por millón de habitantes).
Así como todas las semanas va a haber reuniones de los gobiernos para evaluar cuándo y cómo pueden abrir las escuelas, necesitamos asambleas todas las semanas en todas las escuelas para evaluar qué medidas necesitamos para cuidar nuestra salud y la de nuestrxs pibxs de cualquier política de gobierno que nos pueda caer de arriba. ¿Larreta insiste en que nos contagiemos? Insistamos en organizarnos democráticamente desde abajo, con asambleas virtuales por escuela, para que la voz de lxs docentes tenga el lugar relevante que tiene que tener en esta discusión.
No somos aplicadorxs de las políticas educativas que nos baja gobierno: somos profesionales de la educación. Tenemos que organizarnos desde abajo en todas las escuelas para que se escuche nuestra voz y para no permitir que en ninguna escuela avancen, sin el consenso explícito del colectivo docente y la comunidad educativa, medidas que ponen en riesgo nuestra salud, la de nuestrxs pibxs y la de sus familias.